(POV Silvia)
Ce: Cariño, no tenías algo que decirles?
Sil: Sí…Gerard, Sara, prestarme atención. Cesc y yo tenemos una buena noticia…estoy embarazada!
Sa: No me lo puedo creer! Oh dios que bonito! :’)
Ge: Ay mi Cesco que se me hace mayor joder!
Le abrazo, y no puedo mentir, me emociono, y mucho.
Ce: Espero que no salga como su tío!
Sa: Jajajaja no te lo recomiendo!
Pi: Y yo que no salga tan empanao como el padre, no sea que en el parto se le olvide que tiene que salir.
Míralos, siempre igual. Por mucho que pase el tiempo nunca dejarán de ser dos niños. Esas miradas, esas sonrisas, esos piques…a Sara y a mí nos vuelven locas. Tan locas como cuando nos enamoramos de ellos. Antes de conocerlos, cuando éramos unas niñas de 14 años y soñábamos viendo fotos suyas.
(POV Sara)
Estoy en el baño. Me acabo de hacer una prueba de embarazo. Da positivo. No me lo puedo creer. Estoy de 4 semanas. Cuando se lo digo a Gerard, se emociona y le salen unas lágrimas. Es tan guapo…
Silvia y Cesc también se alegran mucho. Ella ya está a punto, le faltan unos días para tener a su pequeño. Dice que le llamará Xavi. Porque le gusta y porque Xavi es un gran amigo suyo, y un ídolo inolvidable para ella. Que por cierto, hace ya años que dejó el fútbol. Creo que no podemos ser más felices. Esto es un sueño hecho realidad.
(POV Cesc)
Me llaman del hospital, me avisan que Silvia está allí, ha roto aguas y le faltan unas horas para tener al niño. Salgo corriendo de entrenar, me ducho en décimas de segundo y llego allí en unos minutos. Está ya en el parto. Me siento a su lado. Le cojo la mano. Está sudando. Le susurro palabras tranquilizadoras mientras le acaricio la mano. Cojo su mano y la pongo en mi corazón. Entonces le digo exactamente lo mismo que aquella vez, cuando el que estaba en el hospital era yo.
Ce: Recuerda, que si late, es por vosotros.
Entonces, en cuanto menos me lo espero, oigo un llanto. Y lo veo. El médico se lo da a Silvia. Es la cosa más pequeña que he visto nunca. Silvia me lo da, lo toco, está sucio y mojado, es diminuto y débil. Lo acerco a mi pecho y cierro los ojos, no puedo evitar que se me salgan unas lágrimas. Miro a Silvia y la beso. Se llevan a Xavi, van a bañarlo y pesarlo. Tardan poco en traerlo, y lo dejan en una pequeña cuna. Está perfecto. Entonces nos quedamos ahí, solos con nuestro pequeño, el pequeño fruto de nuestro gran amor.